Nunca he sido
una persona terrenal,
Me llamo Paloma ¿Qué esperas?
A mí me gusta
volar.
Me separa una
distancia abismal
de aquellos
que piensan
que es mejor
no soñar.
Nunca entendí
a aquellos que decían,
que madurar
era dejar de creer,
perder la
ilusión por los días.
Siempre miré a
esos que reían
que con un
deje de desprecio
comentaban mis
utopías.
Ellos que
hablan de imposibles
y el Pichón
que conversaba
sobre increíbles.
Ellos que
pierden la esperanza
y el Pajarillo
que trabajaba
sin alabanza.
¡Déjame volar!
Porque el
mundo,
por mucho que
lo neguemos,
sí puede
cambiar.
¡Déjame soñar!
Con un lugar
mejor,
que ya
me encargo yo
de que se
pueda lograr.

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